Václav Havel

Václav Havel fue un fumador empedernido, que mostraba una imagen desaliñada y se le conoció como un hombre tranquilo. Por estas razones, era visto como un candidato poco viable para sacar a Checoslovaquia del régimen comunista. Él estuvo muy involucrado en la política durante al menos 20 años aunque su activismo a menudo le acarrease problemas con las autoridades. A pesar de esto,  él continuó luchando por la verdad y por una Checoslovaquia libre.

Cuando los soviéticos invadieron, tuvo que interrumpir su carrera como artista y en cambio, le envió a trabajar en una fábrica de cerveza. Esto no pudo acabar con la inspiración artística de Havel, sino que, prosiguió en la creación de obras que exponían los engaños y mentiras Comunistas que habían de erradicarse.  También trabajó para una gran cantidad de publicaciones clandestinas, reuniendo adeptos por su odio hacia el régimen totalitario y haciendo llamados hacia los líderes del país para que fueran más honestos en sus manejos. Estas apelaciones hacia las más altas esferas del gobierno comunista no fueron escuchadas, sino que fue encarcelado durante cuatro años bajo el cargo de haber difundido La Carta 77.

En 1989, era claro que el comunismo estaba a punto de colapsar. Para ese momento, muchos de los Checos que anhelaban el cambio se fijaron en Havel, que se había convertido en figura destacada en la lucha por la reforma política. También mostró una enorme calidad moral y talento para la política del momento, lo hizo principalmente a través de los escritos que elaboró en prisión.

Tristemente, el 18 de Diciembre de 2011, Václav Havel falleció después de una larga batalla en contra de su enfermedad.

El Legado de Havel

Tal vez sea sorprendente el enterarse que Václav Havel tiene una reputación mucho más compleja dentro de la República Checa que en el extranjero. Mientras que él es casi universalmente respetado, a él no se le considera (localmente) como la conciencia de la nación, como parece ser que se le ve desde el extranjero.

Una de las entrevistas más reveladoras en que hubiese participado fue en 2009, cuando se le pidió que evaluase el cumplimiento de objetivos por parte de los líderes de la Revolución de Terciopelo a partir de 1989. Aunque dijo que la mayoría de los objetivos se habían logrado, fue crítico con las políticas miopes que habían llegado a gravitar sobre el sistema político del país, y señaló que debido a éstas, se había impedido el retorno de la sociedad civil.

Havel también deja un legado literario detrás. Volvió a escribir al terminar el lapso de sus cargos políticos, y uno de sus últimos trabajos fue la obra de teatro “Leaving”, en la que hace mofa de la vanidad de los políticos en Europa Central. También escribió una autobiografía titulada “To the Castle and Back”, y próximamente habrá una adaptación al cine basada en el guión hecho a partir del libro de Georges-Marc Benamou, “El fantasma de Munich”.