Letná
Stromovka colinda por el norte con el Río Vltava, con Holešovice al este, por el sur con una estrecha banda de cuadras de casas que la separan de la Planicie de Letná. En sus afueras se asienta el Museo Técnico Nacional, cuyas ricas colecciones atraen a los amantes de vehículos antiguos y de los logros técnicos de todos los periodos de tiempo. Los Jardines Letná se asientan en la Planicie Letná, la cual se conecta directamente con las Huertas Chotek bajo los Jardines Reales bajo el Castillo de Praga. En la actualidad, están conectados por el puente peatonal por el Camino Chotek (Lávka nad Chotkovou silnicí), remodelado en 1995 por el arquitecto Bořek Šípek. Así que el Castillo de Praga mantuvo una parte significativa de su identidad original. Además de su verdor relajante, de los terrenos deportivos y restaurantes jardín, uno puede encontrar aquí obras artísticas, p.ej.: El Pabellón Hanayský de Art Nouveau de la Exhibición para el Jubileo de 1891, que fue ubicado aquí después de 1898 o el bello Restaurante Escénico de Praga (Vyhlídková restaurace Praha) de la famosa exposición internacional Expo 1958 en Bruselas. El restaurante, una obra preeminente en su época (de J. Hrubý, Z. Pokorný y F. Cubr), ha sido sometido a una reconstrucción.
El régimen comunista tenía planes serios para Letná. En la década de 1950, el Túnel Letná fue construido bajo la Planicie Letná, comunicando Letná con el Barrio Antiguo, y arriba de éste, una estatua colosal de J. V. Stalin y sus compañeros de lucha. Muy pronto luego de ser concluido, comenzó la tarea no menos difícil de su demolición, conforme el tiempo reveló las prácticas despreciables del aclamado. Finalmente, el tiempo incluso barrió con la era socialista. Durante la Revolución Terciopelo, hubo una manifestación de huelga general, en la cual participó medio millón de personas. Ese fue el golpe final que derribó al antiguo régimen. El metrónomo fue colocado donde alguna vez estuvo Stalin, un símbolo de los nuevos tiempos.