Břevnov y Bílá Hora
Las tierras boscosas y posteriormente con explotación agrícola se extienden hacia el occidente y noreste del Castillo de Praga. Hacia el oeste de Hradčany, Břevnov fue el primero en asentarse. El Obispo, San Adalberto fundó aquí el monasterio Benedictino más antiguo en Bohemia en el año 993. Todo eso que fue conservado a partir de la estructura original es la impresionante cripta románica del siglo XI. Sin embargo, la mayoría de los edificios del monasterio fueron remodelados en estilo barroco a principios del siglo XVIII. La Iglesia del Convento de Santa Margarita (klášterní kostel sv. Markéty) y el conjunto del convento conservaron en su conjunto muchos tesoros del arte barroco. Al oeste de Břevnov, se pueden encontrar los restos de la reserva de caza local. La reserva de caza de Hvězda fue fundada por Ferdinand I (1534) y los animales del bosque se conservaron aquí hasta principios del siglo XIX, después de eso, la reserva se transformó en un parque. El nombre de la reserva determinó la aparición de la versión actual de la Hvězda local (Palacio de Verano Estrella). Fue diseñado en 1555 por Ferdinand de Tirolen y la estructura está realmente construida en la planicie de terreno de una estrella de seis puntas.
No muy lejos de Hvězda se encuentra Bílá Hora (Montaña Blanca), un símbolo de la tragedia para la mayoría de los checos. El monumento es un recordatorio del lugar donde el 8 de noviembre de 1620, el ejército mercenario de la Liga Católica mejor pagado por el emperador se encontró con los mal pagados mercenarios checos protestantes. La confusión, el caos y una vergonzosa estampida se convirtieron en una caracterización adecuada del ejército profesional. Durante los siguientes 300 años, la tierra checa fue simplemente una provincia de los Habsburgo. La élite de la tierra emigró, y la mayoría de los nobles checos, los más ricos de la ciudad y los intelectuales, incluyendo el famoso “maestro de la nación” J. A. Komenský (Comenius) desaparecieron. El 90% de los habitantes de Bohemia eran protestantes. Los que se negaron a convertirse al catolicismo tuvieron que irse, y sus bienes fueron confiscados. Al final de la Guerra de los Treinta Años, el reino checo había perdido la mitad de su población. Sin embargo, la Montaña Blanca se convirtió en un lugar de peregrinación para los católicos. La Catedral de la Virgen María (chrám Panny Marie), situada aquí, fue construida a principios del siglo XVIII y está decorada con los ricos frescos de K. D. Asam y V. V. Reiner.
