Los Gitanos en la República Checa
Muchos expertos creen que los gitanos, que constituyen el 0,3% de la población Checa, provinieron de La India, pero todavía no está claro cómo llegaron hasta Europa Central en el siglo XV. Tan pronto como llegaron, fueron vistos como “diferentes” y fueron marginados del resto de la sociedad, principalmente a causa de sus costumbres y maneras de vestir diferentes además de su estilo de vida nómada. Desde su llegada, han sufrido de persecución y discriminación en Europa Central.
Muchas personas en la República Checa son desconfiados en extremo respecto a los gitanos, ya que a menudo están involucrados en delitos menores, como el robo, además no se les ve gran disposición a trabajar para vivir. Se da el caso también de que muchos de los gitanos que viven en la República Checa no están bien educados y muchos ni siquiera logran concluir la etapa educación básica obligatoria. Es un error plasmar un estereotipo para una etnia entera, pero la mayoría de los Checos ha escuchado una y otra vez, relatos sobre gitanos cometiendo delitos. Por supuesto, algunos gitanos laboran, pero en su mayoría lo hacen en tareas mal pagadas y poco calificadas.
Persecución de los Gitanos
En la historia moderna, la persecución de los gitanos se inició en 1927, cuando se aprobó una ley sobre el tránsito de gitanos. Esta ley decía que tenían que solicitar un permiso para pasar la noche y que también tenían que hacer una solicitud para su identificación. Aunque la época más oscura para los Gitanos ocurrió durante la Segunda Guerra Mundial, ya que fueron obligados a laborar en los campos de trabajos forzados de los nazis. Estos fueron reemplazados más tarde por los campos de concentración de Lety u Písku en Bohemia y Hodonín u Kunštátu en Moravia, y muchos gitanos murieron en ellos, por desnutrición, enfermedad o la brutalidad. Muchos de ellos fueron transportados a campos de exterminio nazi. Después de la guerra, sólo unos 300 gitanos Checos quedaron de una población aproximada 6500 antes de la guerra. A menudo se ve como una vergüenza para la nación Checa de que no se habló prácticamente de esto cuando la guerra terminó.
Re-Educación Comunista
Los comunistas intentaron durante su gobierno integrar los gitanos en la sociedad, aunque el modo en que fueron “educados”, fue, obviamente, con una fuerte tendencia hacia la ideología comunista. Esto significa que su lengua y tradiciones fueron suprimidas y se les impulsó a abandonar su estilo de vida nómada. Se les despojó de sus empleos tradicionales, como tejedores, herreros y músicos, y en cambio, se vieron obligados a trabajar como obreros, mientras que se les mudó desde zonas rurales hacia las grandes ciudades. Durante el régimen comunista, los gitanos se integraron parcialmente en la sociedad, incluso contra su voluntad – se les obligó a cursar la escuela y a participar de la comunidad en su conjunto.
Retos Post-Comunistas
Después de la caída del comunismo, los gitanos se quedaron sin ningún tipo de apoyo en la sociedad y con nadie dispuesto para apoyar su causa. Esto provocó que a los hijos de los gitanos se les negase a menudo la entrada en las escuelas ordinarias, así unos patrones muy reacios a dejar que los gitanos trabajasen para ellos.
Hoy en día, la tasa de desempleo de los gitanos es cercana al 70% y son considerados por la gran mayoría de los ciudadanos Checos como borrachos y ladrones. A menudo sufren ataques violentos, por el simple hecho de ser gitanos. Se da ahora el caso de que muchos gitanos están abandonando el país con destino a Canadá o Europa Occidental para comenzar una vida nueva.
Los Gitanos y los Derechos Humanos
En 1998, se construyó un muro en Ústí nad Labem, con la intención de separar a la población gitana local del resto de los ciudadanos, lo que causó gran vergüenza para el país entero. Fue duramente criticado por los grupos de derechos humanos y el muro fue derribado al poco tiempo, pero estos grupos de derechos humanos todavía dicen que hay mucho trabajo por hacer en lo que respecta a los derechos de los gitanos.
Los grupos neonazis se han dedicado más que nunca, a agredir a los gitanos, tanto en la República Checa como en la vecina Eslovaquia. Muchas personas han puesto en tela de juicio que la policía y los tribunales estén tomando en serio este problema. Un grupo de apoyo a los gitanos denominado “Dženo” asevera en un informe que la lengua y la cultura de los gitanos están recibiendo el apoyo que necesitan, pero ha habido una disminución en la calidad de la vivienda y en las condiciones de trabajo en los años recientes. También se afirma, que el extremismo ha aumentado de manera alarmante.