Mucha gente cree que los Checos, en comparación con los Polacos, Ucranianos y Bielorrusos, la pasaron relativamente fácil bajo la ocupación nazi durante la Segunda Guerra Mundial. Si bien este es un campo vigente de debate, el tomar un viaje de 30 minutos en coche o autobús desde Praga hacia la antigua aldea de Lidice da un recordatorio claro y descriptivo de los extremos actos de crueldad sufridos por los Checos en las manos de las fuerzas de ocupación.
Lidice entró en la conciencia colectiva mundial en 1942, en el apogeo de la ocupación nazi. Esto fue cuando un grupo de paracaidistas Checos y Eslovacos con base en Gran Bretaña fueron lanzados en el país para asesinar a Reinhard Heydrich, jefe del protectorado nazi y oficial Alemán de más alto rango en territorio Checo.
Los paracaidistas logrado tener éxito en hacer estallar la limusina de Heydrich a finales de mayo de 1942, quien murió en el hospital una semana después. Sin embargo, el plan fue contraproducente, puesto que los alemanes estaban tan furiosos por el asesinato que se dedicaron a llevar a cabo asesinatos en represalia, y eligieron como su objetivo a Lidice – probablemente porque sospechaban que la ciudad se había dado cobijo a los paracaidistas.
El 10 de junio de 1942, las fuerzas Alemanas detuvieron a cada hombre mayor de 16 años en Lidice y los ejecutaron a quemarropa en grupos de 10. Las mujeres fueron enviadas a campos de concentración de Ravensbrück, donde la mayoría pereció, mientras que los aproximadamente 90 niños de Lidice fueron enviados a campos de concentración en Gneisenau o a orfanatos en caso de que tuviesen un aspecto lo suficientemente germánico. En total, 348 de los 500 residentes de Lidice fueron asesinados. Los alemanes también destruyeron completamente la ciudad al dinamitar cada casa, cada iglesia y cada edificio del pueblo.
Hoy en día, un museo pequeño pero fascinante proporciona información sobre la ciudad que alguna vez fue y se explica la tragedia que ocurrió en el sitio. También puedes caminar por el campo fantasmal donde el pueblo se levantaba. Rinde tus respetos a los difuntos de los cementerios nuevos y antiguos de Lidice, así como la cruz de madera que marca la fosa común de los hombres ejecutados. Estas tumbas son todo lo que queda de la ciudad.
La entrada al museo de Lidice es de 80 CZK para los adultos y 40 CZK para estudiantes y adultos mayores. Abre diariamente de 9am a 5pm en Marzo, de 09 am-6 pm entre Abril y Octubre, y de 09 am-4 pm entre Noviembre y Febrero. Visite www.lidice-memorial.cz para más información.
Cómo Llegar
Los autobuses rotulados ‘Lidice-Kladno’ salen de Praga, en las paradas de autobús al cruzar la calle desde el Hotel Diplomat, cerca de la estación de metro Dejvická (Línea A). No todos los autobuses que van a Kladno hacen parada en Lidice, así que asegúrate de que estás en el autobús correcto, confirmándolo con el conductor. El trayecto dura unos 30 minutos y los billetes vendidos por el conductor deben costar 30 CZK.
Si vas manejando, toma la Carretera 7 por el extremo oeste de Praga, pasando el aeropuerto dirígete hacia la Carretera 551. Es un trayecto de 20 minutos.
Prague – Lidice. Haz una reserva en línea para traslado en cómodo minibús.
