La Herencia Judía de Praga
Hace dos mil años, los romanos expulsaron a los Judíos de Israel (Tierra Santa). Sin embargo: “La Torá fue su santuario, que ningún ejército podía destruir.”, Y en el transcurso de los siglos siguientes, la cultura Judía sobrevivió en los rincones de todo el mundo. Los Judíos inicialmente llegaron a Praga en el siglo X. La esquina principal del Barrio Judío (Calles Široká y Maiselova) sirvió como punto de encuentro de 2 rutas comerciales medievales.
En el transcurso de las Cruzadas del siglo XII, el Papa estipuló que cristianos y los Judíos debían de estar separados. Los Judíos fueron obligados a llevar un membrete amarillo, y su barrió fue amurallado convirtiéndose en un ghetto. Durante los siglos XVI y XVII, Praga tenía uno de las mayores ghettos de Europa, con 11.000 habitantes. Dentro de sus 6 portales, el Barrio Judío de Praga era un cúmulo de doscientos edificios de madera. Muchos referían que los Judíos “anidaban” en vez de decir “habitaban”.
Estas comunidades segregadas de los Cristianos dependían fundamentalmente de las ganancias provenientes de los préstamos de dinero (que a los Cristianos se les prohibía hacer) y el apoyo de la comunidad para la subsistencia. A pesar de la cuota de protección pagada (los reyes imponían grandes tasas de impuesto a las comunidades Judías), por lo general era un arma de doble filo. En toda Europa, cada vez que los tiempos se ponían difíciles y las deudas de los cristianos con los Judíos se acumulaban, comunidades enteras de Judíos fueron asesinadas o expulsadas.
Durante la década de 1780, el Emperador José II erradicó gran parte de esta discriminación hacia los Judíos. Principalmente, esto fue motivado por las preocupaciones económicas, en contraposición respecto de la libertad religiosa. En 1848, las murallas del Barrio Judío fueron demolidas, y este barrio llamado Josefov en honor al emperador que les brindó este pequeño grado de tolerancia, fue incluido en el distrito del Barrio Antiguo.
En 1897, el rústico Josefov fue borrado y sustituido por un barrio de trazo más moderno. Sus 220 edificios y 31 calles originales, se convirtieron en 83 edificios y 10 calles. En la actualidad, esto es lo que verás: un barrio de edificios atractivos, la mayoría de ellos en estilo Art Nouveau, que tiene unas cuantas históricas estructuras Judías que sobrevivieron. En la década de 1930, la comunidad Judía de Praga era muy exitosa, gracias principalmente a la capacidad que tenían que cultivar el talento, una característica raramente vista en los pequeños países de Europa Central, cuyos ciudadanos, según Robert Musil (novelista renombre de Austria), estaban unidos en su “falta de voluntad para dejar que los otros salgan adelante”.
De los 120000 Judíos que vivían en esta zona en 1939, sólo 10000 sobrevivieron al Holocausto para ser testigos de la liberación en 1945. Hoy en día solo hay 3000 Judíos “registrados” viviendo en la República Checa y, de éstos, sólo 1700 viven en Praga (con toda probabilidad, hay más Judíos aquí, pero, dada su experiencia con los comunistas y nazis, se puede entender por qué muchos de ellos deciden no registrarse). A pesar de su reducido número, el legado de la comunidad Judía perdura en la Praga de hoy en día.