Los Inspectores del Transporte Público en Praga Asustan a los Viajeros Extranjeros
La buena reputación de Praga no tan sólo es lesionada por taxistas deshonestos y pillos carteristas, sino que sorprendentemente también por los verificadores de boletos del transporte público. Con bastante frecuencia los visitantes de Praga son obligados a pagar un ‘impuesto turístico’ adicional, debido a su poco conocimiento de las reglas locales en el transporte público. Por lo general los turistas no saben que los boletos deben de ser perforados, por ejemplo, después de abordar el tram.
Los inspectores del transporte público de Praga gustan de verificar a los turistas extranjeros precisamente porque en muchas ocasiones éstos no saben que sus boletos han de estar perforados. La información que se ofrece al momento de adquirir el boleto no es fácil de entender, y a menos de que estés bien informado, es fácil el confundirse en vez de saber como usar adecuadamente los boletos.
Los boletos han de ser validados en las puertas de acceso de las estaciones del subterráneo, o de manera similar en las cajas naranjas que ves colgando de los tubos en los autobuses y trams. La razón por la que tú no ves que mucha gente local valide sus boletos es porque ellos cuentan con pases (abonos) de vigencia larga.
Las autoridades del transporte público en Praga niegan cualquier acusación respecto a que el sistema de boletos no sea fácil de entender, y aseguran que es del todo sencillo. Czechtourism, e incluso la Compañía de Transporte Público, constantemente reciben quejas de parte de los visitantes extranjeros respecto de sus inspectores. Esas quejas tienen un común denominador – en todas ellas se pone de manifiesto que los verificadores son muy groseros. De acuerdo con la ley local, los inspectores tienen el derecho de llamar a la policía si no cumples con mostrarles un boleto válido y te pueden obligar a esperar por la policía. Además, has de tener en cuenta que algunas rutas de autobuses, tram y metro /subterráneo (incluyendo el autobús 119 del aeropuerto y el tram 22 hacia el Castillo de Praga), donde hay más posibilidades de que viajen turistas, son las que con mayor frecuencia verifican los inspectores. Algunos inspectores deshonestos hacen presa de esos visitantes puesto que representan una fácil manera de hacerse de un dinero adicional, al no proporcionar un recibo si el turista le paga la multa (lo cual es muy común). A veces ellos te dan la alternativa de pagar una multa menor si les pagas al momento y no les solicitas el recibo. En muchas ocasiones los turistas no conocen sus derechos y en vez de pagar la multa se involucran en este problema.
Por tu propia seguridad, lee nuestro artículo acerca de los boletos de transporte público. Nunca muestres tu boleto a nadie a menos que sea un inspector que porte una placa de identificación. Ya han habido reportes de falsos verificadores de con anterioridad, tales supuestos inspectores piden la cartera o pasaporte a modo de poder robar el dinero de la víctima.